Vivo en mucha humildad física desde que empecé a entrenar Taekwondo. Como ya les dije, es un deporte en el que he avanzado por perseverante no porque destaque. Creo que lo único de mi cuerpo que esta a la altura de este arte marcial es mi corazón, que aguanta mucho, de ahí, todo lo demás es un desastre.
En este tipo de clases, el profe siempre le pide a un alumno que modele los ejercicios. En mi clase la mayoría de veces es Daniela, y luego otras chicas, y hasta alumnos nuevos. Yo no me gasto emocionalmente esperando que me invoquen. Es duro, pero hay que tener piel emocional de rinoceronte para pasarla y seguir entrenando como si nada.
Porque solo tenía dos opciones, abandonarlo porque soy mala para esto, pero si no renuncié en mi papel de esposa y de madre, creo que puedo con esto, que no es eterno. Y la otra opción, darle con todo, hasta el final, hasta alcanzar el tan anhelado Black Belt.
Ojo que esto no quiere decir que no te puedo pegar o hacer daño si me buscas y me encuentras (les hablo a los malos elementos de la vida). Con Taekwondo o sin taekwondondo sucederá, puedes contar con eso.
Por picona, este verano jugando en la piscina de Kawai la versión water polo salvaje que me encanta, Karen Mongrut se metió debajo del agua como un pecesito y se pasó de largo como si nada. Yo dije ¿what?. Me sentí super limitada de no poder ganar solo porque me da miedo ahogarme. Así que después de sacar cuentas de dinero y tiempo, decidí meterme en natación.
Y hoy sucedió. Nos estaban enseñando a hacer la patada de rana del estilo pecho. El profesor nos explicó como combinar la brazada y la patada de pecho, y en eso dijo: “Hagan como hace su compañera”, y me señaló. ¿What? ¿Que yo demuestre? Me ajuste las inseguridades y procedí. En eso escuché su voz, a lo mejor corrigiendo algo, entonces me detuve. Y me dijo: “Continua, está bien”.
Lo que sí es cierto es que mucho de lo que he aprendido en el Taekwondo lo aplico en la piscina. Interesante ¿no?
Amiguitos, insistan, no retrocedan, un día tendrán su recompensa.
Dios es bueno.
Clb
P.d. Karen Mongrut, ¿para cuando la revancha?
4 comentarios:
Chócala! Un día hay que nadar juntas pastora
Eres ejemplo de perseverancia, el profe tiene razón.
Nos toca nadar en el mar Reina..!!! 😎
😒
Publicar un comentario