miércoles, 30 de marzo de 2011

LOVE HURTS

Bueno pues, el día parecía que iba a ser lento y monse. A veces es un error y horror conectarse al internet.
Una buena noticia, un mail esperado por casi dos semanas, arrivó al fin. La respuesta, positiva, como estaba esperando. Saltaba de alegría dentro de mí. En eso...fijo mis ojos en el chat...alguien que también me tenía una respuesta estaba conectado.
Respire profundo e inicie la conversación. La respuesta fue negativa por donde la vieras. ¡Dios mío! Podía sentir cada resquebrajamiento desde adentro. ¿Por qué?¿POR QUÉEEEEEEEEEE?
Gracias a Dios por las caritas felices, los pulgarcitos y todas las mascaritas cibernéticas que puedes usar para disimular el dolor...
Comencé como los perritos, a correr atrás de mi cola en mi mente, buscando el lado positivo, "maduro", de aceptar la rotunda negativa. Gracias a Dios, tengo ciertos parlamentos de emergencia para estos casos, así que los encontré y los usé.
"Sí, ya, no te preocupes, todo está bien...no hay problema". La conversación acabo y he aquí los pedazos.
Desde el fondo, oigo esa vocecita que me dice: "Cuando algo duele, es porque lo amas". ¡Y yo que pensé que estaba falsificando las emociones!
Aaaaaaaaay, bueno, sólo se te rompe el corazón si de verdad amas. El día que alguien me diga otra noticia de estas y me haga la que me resbala, me empezaré a preocupar por mí misma.
Por lo pronto, creo que tengo un corazón sano...que se rompió por un NO. Así es pues, a veces sí, a veces no.
Gracias por escuchar, ya me siento mejor.

Catylabella

martes, 22 de marzo de 2011

Primer día

El primer día de clases es especial. En la puerta de los nidos, primer grado, etcétera, podemos apreciar distintas reacciones de los niños al empezar una nueva etapa en su vida. Algunos se aferran a la pierna de la mamá. Otros comienzan a hacer puchero cuando se dan cuenta que la mamá se esfumó y lo dejó con su nueva miss (después de la decepción, posiblemente decidieron que la miss sería su nueva mamá). También están los estudiantes de secundaria que el primer día de clases parecen vaqueros desgastados que se aproximan leeeeeentamente, como quien va al matadero, para volver a lo que parece ser su tortura.
En el caso de mis tres hijas, el primer día de clases fue el salto a su independencia. Waner no veía la hora de que me vaya cuando la llevaba de la manito a su nido "Jesús el Buen Pastor". Rebeca esperó el colegio toda la vida. Con seriedad ingresó a su aula "amarilla", sin mirar atrás. Y Daniela fue más que feliz. Desapareció de mi lado, se perdió entre los niños. Feliz, simplemente feliz de poder jugar más. No hubo lágrimas, ni preguntas de a qué hora regreso para recogerlas. Nada.
Esto me marcó por algún tiempo cuestionando mi maternidad. ¿O lo hice demasiado bien, que son maduras, seguras e independientes...o que estaré haciendo que ya no ven la hora de estar fuera de la casa?
Recordando que yo misma disfrutaba el aire del parque y todo lo que significara libertad, decidí no juzgarlas porque son como yo...libres...por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de la causa que Dios defiende.
Este año escolar empezó igual. Los benditos "losútiles" son el valor agregado a la emoción de ir al colegio. Emoción para ellas. Desesperación para nosotros. Pero ahí se avanza.
Waner el año pasado tuvo su primer día de estudios superiores. Fue y regresó. La emoción es distinta. Se enfrenta con su disciplina, futuro y coeficiente intelectual, como decimos por aquí, " a la merfi". Es decir, en serio. Ya todo está en sus manos.
Hoy fue un primer día de clases especial. El mayor de nosotros, después de 17 años, tuvo su primer día de clases también. Rubén empezó a estudiar. Lo acompañé a la inauguración. Estaba emocionadísima. Este primer día, no sólo significa algo nuevo para él, sino también para mí y para nuestra familia.
No lo podía creer, después de casi 15 años de casados, con algunos sueños locos que tuvimos que mandar al manicomio, con metas alcanzadas con sangre, sudor y lágrimas y con un maduro entendimiento de la necesidad de prepararse, Rubén respiró profundo y decidió empezar a estudiar a la merfi.
Hubo un break. Los nuevos estudiantes merodeaban por ahí esperando su primera hora de clases. Minutos antes de empezar, Rubén se despide y se va. Como si nada. Otra vez se repite el cuadro. Me quedó parada como si nada empezara. Como si no se percataran que es un día importante, el primer día de un cambio definitivo. El primer día en que empiezas a salir de la ignorancia que hace perecer a quienes la poseen.
De aquí a unos años, me tocará estudiar a mí. Para ese, mi primer día, estos cuatro no saben lo que les espera. Creo que voy a hacer el teatro que ninguno hizo. Voy a llorar, porque celebraré que a mí también me tocará cruzar la puerta hacia algo mejor. Pero soy igual que ellos, no voy a llorar porque los dejo, al contrario, voy a llorar porque ese será otro tipo de libertad que me muero por experimentar. La libertad de ser estudiante.
¡¡Felicitaciones Rubeni!! ¡¡Estoy muy orgullosa de ti!!

Catylabella


miércoles, 9 de marzo de 2011

Entrecantantes


¡Que levante la mano quien nunca quiso ser cantante o se alucinó cantando alguna vez en su vida! Pasan los años y te das cuenta que lo de la voz no es lo tuyo, pero guardas la esperanza y te pagas tu karaoke y te asombras o te llenas de envidia cuando alguien empieza  a cantar hermoso...
Vivir con dos de esos ¡Just imagine! Rubén que nunca se desafina y Waner que siendo blanca canta como negra. Por momentos parece que vivo en un cd...y en eso yo grazno, EEeeEEeeEEee, con mi delicada voz de aguardientosa pero afinadita, hallo gracia y me permiten acompañarlos...
A veces estando concientemente torturada por la ausencia del don o negándolo para sufrir menos, le pido a Dios que por un momento me deje cantar como Cristina Aguilera, just for a while, a dream come true...
Pero esta semana, oí algo que llegó más allá. Un grupo de personas, que han sufrido lo que tú y yo ni imaginamos, tanto que te hace agradecer por tu vida, como sea que haya sido. Mi corazón empezó a sentir compasión, una canción que no cantaba hace tiempo y que tengo que reconocer, me esfuerzo por recordar.
Después de contarnos su historia y como Dios los encontró y sanó, Rubén puso canciones para agradecer a Dios. Cerraron los ojos, tomaron aire y con toda su fuerza, sin notas, sin ritmo, en gritos, con brazos, saltos, inclinaciones,  pero seguros de lo que la letra decía a Dios, cantaron sin para por dos horas, con lágrimas, con las manos en el pecho, con la mirada hacia el cielo, como que realmente han recibido algo sin merecerlo.
Me sentí ridícula frente a mi deseo de ser cantata. Dios hace realidad el sueño de alguien con la vida destruida de tener una segunda oportunidad. A veces cuando Dios no nos cumple el sueño que queremos a nuestra manera y a nuestra hora, comenzamos a ser perfeccionistas en cuanto a nuestro estatus de agradecimiento hacia él, como si no estuvieramos viviendo (me refiero a alguno de nosotros, no sé si  todos) una nueva vida, nuestra segunda oportunidad.
Recordé que alguna vez yo también cantaba así, solo las palabras eran importantes y a veces ni las palabras, solo cantaba con lágrimas.
Me despedí de Cristina Aguilera y todos su secuaces, tomé mucho aire, sentí el agradecimiento a Dios correr por mis venas nuevamente y me uní a estos sobrenaturales y agradecidos cantantes: qué sería de mí sino me hubieras alcanzado...SUUUUUmergeme...Cansado del camino, sin fuerzas me vi...

Catylabella

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ghost

No tengo mucho que decir sobre los fantasmas. En este momento preferiría que un fantasma de verdad, de aire y sábana, sea el que esté sobrevolando por aquí.
Pero no pues, son los de carne y hueso, cuyas memorias son refrescadas años después de haber hecho lo que sea que hayan hecho y deciden aparecer.
Les da remordimiento, ataques de responsabilidad o se acuerdan que les debes y vuelven a querer recuperar el tiempo, compañía o dinero perdido.
Y saben medir exactamente cuándo volver. Vuelven cuando hasta el poco resentimiento que quedaba se ha esfumado y te encuentran con las defensas en cero.
Años atrás, tenía en mi cabeza, el speech, el discurso que pondría en breves palabras toda cuenta pendiente al día de la manera más hiriente y aguda que pudiera existir. ¡Era lo máximo! Hoy ya ni me acuerdo como empezaba, ni por qué era.
Recuerdo el día en que el papá de mis hermanos apareció en la casa después de diecinueve años. Vino a "tomar su lugar en la familia". What?? Cuando mi mamá llegó y lo vio en la sala le preguntó: ¿No te habías muerto?. Lo miró y como no recibió respuesta, o la respuesta era obvia, fue a la cocina, se calentó su comida y siguió con su vida. Al no tener quorum, el papá de mis hermanos se desapareció por otras casi cuatro décadas.
Ahora, en "Al fondo hay sitio" (novela peruana), el desaparecido aparece dos años después. ¡Hazme el favor! Un fantasma del pasado se ausenta lo suficiente como para que de verdad creas que es un fantasma cuando lo ves y que ni te acuerdes quién era, dónde estaba o qué estaba haciendo.
Y ahora, ¿qué hacer por estos lares con el fantasma que anda penando?
Como recordar es volver a vivir, mejor no recordar. El olvido trajo como cola el perdón, eso es seguro.
Llamaré a Scooby Doo y su pandilla a ver si me ayudan. O a los Ghostbusters. No, mejor a Rubeni. El ya sabe qué hacer.
Si esta nota te pareció mucha metáfora, sorry. Esta notita fue solo para expresarme, gracias por interesarte. Y si entendiste todo porque también tienes tu colección de fantasmas aparecidos, darasme  avisando para compartir. No te demores pero. Se reciben consejos :)

Catylabella