Me da ganas de jugar al Hombrespíritu con Rubén y no se deja.
En un pueblo japonés, al pie de la montaña, vive nuestro amigo Hombrespíritu, en una humilde morada. Se levanta muy temprano, para salir del monasterio hacia el templo cada año. Sale desnudo y tiene que atravesar tres cuadras para llegar al monasterio. El chiste es que hay diez mil hombres (sin exagerar), salados, malasuerte, piñas totales, que lo esperan, vestidos en ropas de zumos, bien bacanes, que creen que una vez al año el Hombrespíritu sale y si lo puedes tocar antes de que llegue al templo, tooooooda la mala suerte del año que viene es absorvida por él.
Al parecer también creen que si tocas la parte de la pelvis entonces la buena fortuna, dinero, casas, etcétera, te perseguirán todo el año...
Al Hombrespíritu le toma como tres horas cruzar al otro lado en medio de esos diez mil hombres que lo sofocan y aprietan queriendo tocarlo. Llega inconciente, recontra salado, ya que la mala suerte de millares cae sobre él y según se ve en el documental de Tabú, ni que decir de las zonas de su cuerpo que contienen la explosiva prosperidad místicas de diez mil japonesitos que no negociarán el deshacerse de su mala fortuna.
Le digo a Rubén: "Hay que jugar al Hombrespíritu. Tu corre desde el cuarto al baño, por el pasadizo y todas (Waner, Daniela, Rebeca y yo) descargamos nuestra mala suerte sobre ti..." y no quiere.
A veces quisiera jugar al Hombrespíritu cuando me dice que lo destapo en la noche o que, con este frío polar durmamos o con la ventana abierta, o con la puerta abierta...algo abierto para que el dioxido de carbono no nos mate en la noche.
Varias veces me da ganas de jugar al Hombrespíritu con él e invitar a más amiguitos para hacerlo más real.
Mi hermana, la Flaca, llamaba a este juego, desde tiempos antiguos, La Rata. Este quiere jugar a la rata- me decía. El corre y yo le tiro piedras.
Tengo que reconocer que he querido jugar al Hombrespíritu con algunos cuantos más...pero ninguno se deja. Parece que es mejor jugar a "Bloqueado" en el Facebook. Eso duele más fuerte que los diez mil del Hombrespíritu. Empieza con que ya no es tu amigo, luego no encuentras a ese contacto, y aunque digas "¡Chepi, chepi!", ya estás Bloqueado.
Dime quién te bloqueo y te ayudo a jugar al Hombrespíritu con él. :)
Un poco revanchista el post ¿no?. Pero espérate a que te bloqueen. No te preocupes, tocaremos a su puerta y jugaremos...
¡No mentira! Writing just for fun...no todo debe ser profundo...pero de broma en broma la verdad se asoma...¡plop!
Clb
En un pueblo japonés, al pie de la montaña, vive nuestro amigo Hombrespíritu, en una humilde morada. Se levanta muy temprano, para salir del monasterio hacia el templo cada año. Sale desnudo y tiene que atravesar tres cuadras para llegar al monasterio. El chiste es que hay diez mil hombres (sin exagerar), salados, malasuerte, piñas totales, que lo esperan, vestidos en ropas de zumos, bien bacanes, que creen que una vez al año el Hombrespíritu sale y si lo puedes tocar antes de que llegue al templo, tooooooda la mala suerte del año que viene es absorvida por él.
Al parecer también creen que si tocas la parte de la pelvis entonces la buena fortuna, dinero, casas, etcétera, te perseguirán todo el año...
Al Hombrespíritu le toma como tres horas cruzar al otro lado en medio de esos diez mil hombres que lo sofocan y aprietan queriendo tocarlo. Llega inconciente, recontra salado, ya que la mala suerte de millares cae sobre él y según se ve en el documental de Tabú, ni que decir de las zonas de su cuerpo que contienen la explosiva prosperidad místicas de diez mil japonesitos que no negociarán el deshacerse de su mala fortuna.
Le digo a Rubén: "Hay que jugar al Hombrespíritu. Tu corre desde el cuarto al baño, por el pasadizo y todas (Waner, Daniela, Rebeca y yo) descargamos nuestra mala suerte sobre ti..." y no quiere.
A veces quisiera jugar al Hombrespíritu cuando me dice que lo destapo en la noche o que, con este frío polar durmamos o con la ventana abierta, o con la puerta abierta...algo abierto para que el dioxido de carbono no nos mate en la noche.
Varias veces me da ganas de jugar al Hombrespíritu con él e invitar a más amiguitos para hacerlo más real.
Mi hermana, la Flaca, llamaba a este juego, desde tiempos antiguos, La Rata. Este quiere jugar a la rata- me decía. El corre y yo le tiro piedras.
Tengo que reconocer que he querido jugar al Hombrespíritu con algunos cuantos más...pero ninguno se deja. Parece que es mejor jugar a "Bloqueado" en el Facebook. Eso duele más fuerte que los diez mil del Hombrespíritu. Empieza con que ya no es tu amigo, luego no encuentras a ese contacto, y aunque digas "¡Chepi, chepi!", ya estás Bloqueado.
Dime quién te bloqueo y te ayudo a jugar al Hombrespíritu con él. :)
Un poco revanchista el post ¿no?. Pero espérate a que te bloqueen. No te preocupes, tocaremos a su puerta y jugaremos...
¡No mentira! Writing just for fun...no todo debe ser profundo...pero de broma en broma la verdad se asoma...¡plop!
Clb